Se entregaron tres galardones, se presentó un nuevo número de la revista homónima y la 25 edición del suplemento Cantalobos

Lechago cerró su Semana Cultural el pasado 22 de agosto con una serie de actividades ya asentadas en la localidad. La tarde comenzó con la presentación del número 80 de la revista Pairón y el 25 de su correspondiente suplemento, Cantalobos. Esta publicación, impulsada por la Asociación Amigos de Lechago, se caracteriza por la colaboración de los vecinos, que contribuyen al mantenimiento de la revista.
Agustín Martín, miembro de esta agrupación y encargado también de coordinar las jornadas culturales, señaló que este nuevo número “es completísimo”. Además, parte del contenido se reserva para próximas entregas.
Martín explicó que la revista Pairón se nutre de artículos relacionados “no solo con Lechago, sino con el entorno” y una colección de fotografías antiguas, algo que atrae la atención de los lectores.
25 ediciones
Por otro lado son ya 25 las ediciones de Cantalobos que han visto la luz. Se trata de un suplemento compuesto de obras cortas de carácter literario y costumbrista, aunque también se observan escritos con un tono “muy crítico”, tal y como apuntó Martín.
La revista en su conjunto “mantiene una línea reivindicativa” e informa de “la adjudicación del parque lineal”, algo deseado por los vecinos por la mejora que supondría para el entorno de Lechago, tal y como aseguró Martín.
La escritora calamochina Lucía Roy fue la encargada de presentar el nuevo número. Para ella, la publicación es “muy interesante” y define a la perfección el carácter de los lechaguinos y lechaguinas: una gente “muy inquieta y que se preocupa absolutamente por todo”.
El plato fuerte del día fue la entrega de los premios Pairón. Este reconocimiento nació en 2009 con el objetivo de poner en valor Aragón y sus personajes ilustres, y se han convertido un referente no solo para Lechago sino también para los premiados. “Que gente que está en los pueblos, que resiste en estos sitios, hagan actividades como esta y nos reconozcan nuestra labor nos parece maravilloso” aseguró Jota Lanuza, miembro de Ixo Rai. El grupo fue galardonado por su trayectoria y su “compromiso rotundo con Aragón, con sus raíces y con su tiempo”, según exponía Luis Alegre al presentar a sus componentes.
Los autores de ‘15 d’Agosto’ compartieron premio con Los Gandules, grupo formado por Roberto Montañes y Santiago Díaz. El dúo, que lleva más de 20 años en los escenarios se siente ilusionado por recibir el galardón, especialmente Montañés, que lleva unos años afincado en Luco de Jiloca y siente este reconocimiento “como en casa”. Además, Díaz aseguró que este premio “no será ni mucho menos un punto final porque seguimos con la misma ilusión que cuando éramos chiquillos y compramos nuestras primeras guitarras”.

Última maestra
El tercer premio recayó en Paz Mallén, la última maestra de la escuela de Lechago. La que fuera educadora de los niños del pueblo a mediados de los años 80, se mostró muy feliz porque la llamada a través de la que le comunicaron que era una de las premiadas sirvió además para reencontrarse con quienes fueran sus alumnos, que le dedicaron un discurso a modo de homenaje.

Mallén tomó su premio como “un homenaje a la escuela en los pueblos pequeños y a todos los maestros que han ido pasando sucesivamente por allí” y recalcó su importancia asegurando que “son muy útiles: es una pena que porque baje tanto la población se vayan cerrando”. Mallén está convencida de que la existencia de estos centros es clave para preservar los pueblos: “Yo creo que es un doble juego: la escuela se cierra porque no hay niños, pero luego ya no hay niños porque no hay escuela”, afirmó.
El broche de oro lo pusieron Ángel Petisme y su banda con un concierto en la plaza de la localidad. El músico y poeta natural de Calatayud cerró la entrega de premios cantando algunos de sus temas lanzados a lo largo de su extensa trayectoria: hace 46 años que se subió por primera vez a un escenario y 25 que sacó su primer trabajo, un libro-disco titulado “Cierzo”.
Su recital formó parte del programa de verano ‘Cultura Viajera’, organizado por el Ayuntamiento de Calamocha, y en el que se han planteado varias actividades por distintos barrios del municipio con el objetivo de ambientar y dar dinamismo a los mimos.
