Municipios como Monreal, Caminreal, Calamocha, Fuentes Claras y San Martín celebraron sus actos religiosos

Cofradía La Dolorosa de Calamocha
El fervor religioso y la unión vecinal volvieron a latir con fuerza en los pueblos del Jiloca durante los días de la Semana Santa de 2025. Procesiones, actos litúrgicos y momentos de profunda emoción marcaron unas jornadas que, más allá de la conmemoración religiosa, reflejan el alma de cada localidad. La Semana Santa se vivió con intensidad, sin grandes contratiempos y con un notable seguimiento por parte de vecinos y visitantes.
La festividad en Calamocha se sintió con intensidad, a pesar de la lluvia del Miércoles Santo, que obligó a celebrar la procesión de Jesús Cautivo en el interior de la iglesia parroquial. Las cofradías del Santísimo Ecce Homo y Nuestra Señora de la Soledad acompañaron a los fieles y Manoli Dobón, terciaria franciscana, ofreció una emotiva reflexión. Al terminar, la banda local cerró la jornada con una retreta en la puerta del templo.
El Jueves Santo tuvo como protagonistas la misa In Cena Domini y la Procesión del Silencio, presidida por el Santo Cristo del Arrabal, en honor al año jubilar de la esperanza. La solemnidad y el sonido de bombos, tambores, cornetas, carracas y matracas marcaron un recorrido de gran recogimiento. El Viernes Santo por la mañana, la Cofradía del Santo Cristo organizó la Procesión de las Siete Palabras, que llegó hasta su ermita. Por la tarde, la Procesión del Santo Entierro reunió a las nueve cofradías, junto a Romanos y la Cofradía de El Poyo del Cid, cerrando con la imagen del Santo Sepulcro.
El Domingo de Resurrección, la Procesión del Resucitado devolvió la alegría a las calles. Las cofradías portaron sus insignias y la Agrupación Musical San Roque acompañó con sus sones el cierre de una Semana Santa muy sentida.
Monreal del Campo abrió su Semana Santa con la bendición de ramos y la misa del Domingo de Ramos. La agenda parroquial incluyó todos los actos tradicionales, con especial intensidad el Jueves Santo, en el que se celebraron la Misa de la Cena del Señor, la Hora Santa y, a medianoche, la emotiva Rompida de la Hora. El Viernes Santo se vivió con solemnidad, con los Oficios de la Pasión y la Procesión del Santo Entierro, cargada de silencio y devoción.
El sábado se celebró la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección la alegría se hizo notar en la Procesión del Resucitado y la misa posterior. Por la tarde, la Iglesia de la Natividad acogió el Concierto Sacro, con la participación de la Coral Municipal, el Coro Infantil y la Banda de Música. La emoción se palpaba en cada nota y el templo se llenó de vecinos y visitantes que respondieron con calidez al esfuerzo de los intérpretes. Fue un broche cultural y espiritual que elevó el cierre de la Semana Santa.
El alcalde Mario Latorre Ros agradeció a todos los implicados y destacó: “Es historia y pasión que no debemos perder nunca”.
Caminreal
En Caminreal, la Semana Santa se desarrolló con sencillez, pero también con una profunda carga emocional y una notable implicación vecinal. La Cofradía La Dolorosa fue la encargada de coordinar todos los actos, demostrando, una vez más, su compromiso con la tradición y el fervor religioso. Desde el Domingo de Ramos, con la procesión y la misa, hasta el Domingo de Resurrección, se vivieron jornadas marcadas por el recogimiento, la participación y la devoción.
El Jueves y Viernes Santo, a mediodía, tuvo lugar la tradicional Rompida de la Hora en la puerta de la iglesia. Aunque breve, este acto despierta gran emoción tanto entre los vecinos como entre quienes se acercan desde otras localidades. El estruendo de los tambores, aunque modesto en número, deja una fuerte huella por su simbolismo y la entrega de quienes lo protagonizan. Por la tarde, las procesiones partieron desde la Iglesia de la Asunción, recorriendo las calles en un ambiente de respeto y solemnidad, acompañado por el silencio y la introspección propios de estas fechas.
El Sábado Santo se celebró la Vigilia Pascual, uno de los momentos más íntimos y esperados. Finalmente, el Domingo culminó con la Procesión del Encuentro, celebrada frente al ayuntamiento, donde se produjo el simbólico reencuentro entre la Virgen y Jesús Resucitado, seguido de la misa que cerró con alegría la Semana Santa.

Cofradía de la Dolorosa de Caminreal
Además, algunos miembros de la cofradía participaron en la Rompida de la Hora en Teruel capital, representando con orgullo a Caminreal ante un público más amplio. Laura Latorre, cofrade y vecina del municipio, valoró muy positivamente el desarrollo de los actos: “Estamos muy contentos por una Semana Santa más. La participación ha sido buena y la gente del pueblo siempre responde con cariño y respeto”.
Fuentes Claras
En Fuentes Claras, la Semana Santa se desarrolló sin incidencias y con una cuidada organización que permitió disfrutar de todos los actos programados.
Las condiciones meteorológicas acompañaron, salvo el domingo 13 de abril, cuando la lluvia obligó a procesionar dentro de la iglesia del municipio.
El pueblo pudo vivir cada momento con tranquilidad y solemnidad, y desde las celebraciones litúrgicas hasta las procesiones, se notó la participación activa de los vecinos, tanto mayores como jóvenes, que mantienen viva una tradición con siglos de historia.
Uno de los momentos más significativos fue la charla conmemorativa por los 300 años del origen de la Cofradía de la Sangre de Cristo, un acto que no solo recordó la importancia de esta hermandad en la vida religiosa del pueblo, sino que también sirvió para transmitir su legado a las nuevas generaciones fuentesclarinas. A través de testimonios y documentos históricos, se hizo un repaso del papel que esta cofradía ha jugado desde sus comienzos.
La charla fue valorada como un acierto por muchos de los asistentes, ya que permitió contextualizar el presente desde la raíz misma de la devoción del pueblo. La Semana Santa de Fuentes Claras no solo fue un espacio de fe, sino también de reencuentro con la historia colectiva y de celebración de una identidad que sigue viva en cada procesión y cada oración compartida.
San Martín del Río
La Semana Santa en San Martín del Río transcurrió con armonía, implicación vecinal y una coordinación de los actos previstos. Desde el inicio de la semana, se notó una alta participación en las celebraciones y procesiones, donde el respeto y la tradición se entrelazaron en cada paso por las calles del pueblo.
Uno de los momentos colectivos más destacados en estas fechas fue la cena popular, organizada como parte de los actos de Semana Santa, que logró reunir a 325 comensales. Este encuentro, más allá de su carácter festivo, simbolizó la unidad del pueblo, reforzando los lazos entre vecinos.
Los actos religiosos y sociales de esta Semana Santa han reflejado la riqueza espiritual y humana de San Martín del Río, que una vez más ha demostrado que la fe también se expresa a través de la convivencia y la participación.
La implicación de sus habitantes confirma que, en este pequeño municipio, la Semana Santa no es solo un calendario de actos, sino una verdadera vivencia compartida.

Procesión de Jueves Santo en Fuentes Claras