El aumento de las temperaturas amenazan con la recogida de uno de los productos locales emblemáticos de la comarca

Cosecha de Azafranes Jiloca en Monreal del Campo

La climatología y la falta de lluvia han sido los principales problemas a los que se ha enfrentado el cultivo del azafrán en la Comarca del Jiloca. Aunque todavía es pronto para hacer una valoración definitiva, los recolectores reconocen que los resultados no son optimistas. Aseguran que la campaña podría ser más corta y con menos rendimiento, a diferencia de las cosechas de otras temporadas en las que las condiciones meteorológicas fueron más favorables. Desde la Asociación de Productores de Azafrán del Jiloca, Azaji, su presidente, Ángel Roza, ha manifestado “una mala cosecha”. “Estamos cogiendo bastante menos de lo que deberíamos coger. Hay campos que están dando algo más del 60% de la cosecha, pero otras no están produciendo prácticamente nada”, ha relatado.
Por su parte José Ramón Plumed, responsable de la empresa Azafrán del Jiloca, en Monreal del Campo, ha añadido que las razones a esto han sido las altas temperaturas de octubre.
“Comparado con lo que sería una campaña normal de los años 80, en donde se llegó a coger 12 kilos por hectárea. Este año como mucho se recogerá en torno a tres y cuatro kilos por hectárea, pero es algo que ya lo teníamos previsto y, tristemente, se ha cumplido”, ha indicado Plumed.
A pesar de que los recolectores prevén una campaña con malos resultados, se ven optimistas con respecto a la del año anterior. “Vamos un poco mejor que el año pasado, pero eso no quiere decir que sea muy buena campaña”, ha indicado José Antonio, gerente del cultivo de azafrán ‘La Carrasca’, en Blancas.
En cuanto a la calidad, el presidente de Azaji, Ángel Roza, añade que factores como el colorante parecen ser buenos, pero “hasta que no termine la campaña no se sabrá con certeza”. Según las previsiones, la recolección podría prolongarse hasta mediados de noviembre.

La falta de frío
El fenómeno principal que trae malos resultados a esta temporada es la pérdida de frio en el territorio: “Hemos hecho estudios en campo y sabemos que regar no soluciona el problema. El azafrán necesita frío, y eso no lo podemos controlar”, explica Roza. “Todo el mes de septiembre tenía que haber helado ya, y en octubre también”.
Los cultivadores advierten que, si esta tendencia continúa, el futuro del azafrán podría verse comprometido. “A la velocidad que vamos, dentro de diez años en vez de azafrán plantaremos limoneros o aguacates. Aquí nunca ha habido frutales y ahora los hay por todos lados. Estamos perdiendo el frío que siempre ha caracterizado el Jiloca”, ha señalado.

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