El calamochino ha completado los 500 kilómetros en el Ártico en un total de siete días, una hora y 34 minutos

Juancar Gimeno se ha impuesto en la Arctic Ultra, la extrema carrera de más de 500 kilómetros por el Ártico con un récord histórico.
El calamochino ha hecho historia en la ‘Bright Equipment Lapland Arctic Ultra’, una de las pruebas de resistencia más extremas del mundo. Con un tiempo de siete días, una hora y 34 minutos, Gimeno no solo se llevó la victoria, sino que también estableció un nuevo récord en la competición, finalizando nueve horas por delante del segundo clasificado, el alemán Jan Rohrberg. La carrera, disputada en la Laponia sueca, exigía recorrer más de 500 kilómetros en un máximo de diez días, en un entorno extremadamente hostil, con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero.
De los once participantes, solo tres lograron terminar el recorrido, mientras que cuatro abandonaron en los tres primeros días. Sin ningún tipo de asistencia externa, salvo en caso de emergencia, los corredores tuvieron que valerse por sí mismos, llevando su propio equipo y enfrentándose a condiciones extremas de frío, nieve y aislamiento.
Gimeno, que desde el inicio se había propuesto acabar en ocho días, superó sus propias expectativas al terminar la prueba en menos de siete días y medio. A pesar del desgaste físico y las lesiones en los pies, logró completar el desafío sin secuelas graves. Exfutbolista de Segunda División y ahora entrenador personal, Gimeno ha sido el único español en una competición que reunió a atletas de diferentes nacionalidades, incluyendo ingleses, alemanes, daneses, neerlandeses y austriacos.
Antes de la carrera, todos los participantes realizaron un curso de supervivencia obligatorio, donde aprendieron técnicas esenciales para enfrentarse a las condiciones extremas del Ártico. Sin embargo, como ha relatado el propio Gimeno a El Comarcal del Jiloca, “nada podía prepararlos completamente para lo que vivirían en la prueba”.
El joven ha relatado que, durante los primeros días, el desafío parecía “manejable”, incluso con momentos de disfrute, “pero con el paso del tiempo y los kilómetros, el esfuerzo se hizo cada vez más duro, no solo el desgaste físico jugó un papel clave, sino también la fortaleza mental; en medio de fuertes nevadas y noches en completa oscuridad con solo una linterna iluminando el camino, la soledad y el agotamiento se convirtieron en verdaderos enemigos”. En esos momentos de mayor dificultad, Gimeno encontró motivación en el sacrificio que había hecho para llegar hasta allí. Pensó en todo el esfuerzo, en los planes que había rechazado con amigos y familia para dedicarse a su sueño. Esa determinación fue lo que le hizo seguir adelante hasta cruzar la meta y lograr la hazaña. Tras su victoria, Gimeno recibió el apoyo de amigos, familiares y su pueblo natal, Calamocha.
Emocionado por el logro, el deportista ha concluido con un mensaje de inspiración para todos: “Nunca te rindas, nunca te conformes y alcanza tus sueños”.