Bello celebrará sus primeras Jornadas Celtibéricas en honor a la Virgen de la Cabeza. El municipio jilocano se prepara para acoger, por primera vez, las Jornadas Celtibéricas Virgen de la Cabeza, que se celebrarán los días 26 y 27 de abril.
Este evento, organizado por la Asociación de Mujeres de Bello y la Asociación Íbera, busca poner en valor las raíces celtibéricas del pueblo, homenajear a los pastores y a la tradición trashumante, además de dinamizar la vida en esta localidad.
Rosario Belanche, integrante de la Asociación de Mujeres de Bello, ha detallado cómo surgió la idea: “Es la primera vez que organizamos algo así en Bello. La propuesta vino de Ángel Muñoz, presidente de la Asociación Íbera, quien es marido de una amiga. Nos comentó su interés en hacer algo en el pueblo porque tiene raíces íberas. Además, queríamos rendir homenaje a los pastores y a la trashumancia, que en el pasado fue una actividad fundamental en la región”.
Otro de los aspectos clave del evento es la recuperación del nombre de la Virgen de la Cabeza, que antiguamente fue la patrona de Bello. “La Virgen fue traída desde Jaén por los trashumantes que llegaban de allí, y creemos que es importante rescatar toda esa cultura que se ha ido perdiendo con el tiempo”, añade Belanche. Asimismo, destaca el entusiasmo de los vecinos: “La gente está respondiendo muy bien, esperamos alrededor de 200 personas. Queremos agradecer a la Dirección General de Patrimonio de Aragón por permitirnos llevar a cabo esta jornada, así como a todos los colaboradores que han hecho posible esta iniciativa”.
Las Jornadas Celtibéricas comenzarán el sábado 26 de abril con una feria de artesanía, una charla sobre la historia del pueblo y actividades ganaderas. También habrá una comida popular, una ronda con gayatas y el rito de fundación con la plantación del mayo. Por la noche habrá una hoguera, música de gaiteros, homenaje a los pastores, cena y concierto de música celta.
El domingo se celebrará una misa y una procesión en honor a la Virgen de la Cabeza, recuperando así una tradición del municipio jilocano.