
Este año, Fuentes Claras fue el escenario del XVIII Encuentro de la Semana Santa del Jiloca, un evento que se celebró con un toque muy especial, al coincidir con el 300 aniversario de la constitución de la Cofradía de la Sangre de Cristo de esta localidad. Un acto de hermandad que se lleva a cabo cada año y que reúne a las cofradías de Calamocha, Villafranca del Campo, Monreal del Campo, Caminreal y Fuentes Claras.
Esta edición fue especialmente significativa ya que, debido a la efeméride de los 300 años, el encuentro se celebró en Fuentes Claras, en lugar de su ubicación habitual en Villafranca del Campo. Los documentos antiguos y un libro de cuentas de la cofradía atestiguan esta rica tradición que se remonta entre mediados del siglo XVI y principios del XVII, cuando las cofradías comenzaron a formarse en el Reino de Aragón.
El encuentro comenzó en la plaza de la iglesia de Fuentes Claras, donde se reunieron un total de ocho cofradías de la comarca. A pesar de que la jornada comenzó con una previsión meteorológica poco favorable, el tiempo respetó el evento, permitiendo que más de 200 cofrades, acompañados de bombos, tambores y cornetas, realizaran el solemne pasacalles por el pueblo, marcando el paso lento y las marchas típicas que caracterizan la Semana Santa del Jiloca. “Fue un acto que nos hizo sentir muy acogidos por toda la afluencia de personas que acudieron al llamado”, comentó Laura Latorre, presidenta de la Junta de Cofradías del Jiloca.
El acto se inició con la lectura del pregón, a cargo de Miguel Ángel Bernal, prior de la Cofradía de Fuentes Claras. En su discurso, Miguel Ángel hizo un recorrido por su vida de cofrade, desde sus primeros años de infancia hasta su dedicación actual. “Este pregón ha sido muy emotivo para mí. He querido hacer un repaso breve pero elocuente de lo que ha sido mi vida dentro de la cofradía y como penitente.
Es un honor representar a todos los cofrades en esta jornada”, expresó el pregonero. Laura Latorre resaltó la importancia del acto: “El discurso de Miguel Ángel fue muy emotivo, sincero y cercano. Fue elocuente pero breve, lo que permitió que todos los presentes pudiéramos sentir la esencia de la Semana Santa de manera intensa”. Las cofradías de la comarca llegaron a la plaza una a una, siguiendo el ritual que caracteriza a estos encuentros, con las bandas interpretando las tradicionales marchas.
La última en llegar fue la Cofradía de La Sangre de Cristo de Fuentes Claras, que al final, junto con el resto de las cofradías, realizó el tradicional Toque de Imágenes, conocido popularmente como “La Galleta”. El sonido de los tambores, bombos y cornetas resonó por todo el pueblo, creando una atmósfera solemne y cargada de emoción. “El momento del Toque de Imágenes es uno de los más simbólicos de nuestra Semana Santa. Nos conecta con la tradición y con la devoción de nuestros antepasados”, comentó Rogelio Esteban, presentador del acto y organizador de las intercofradías de Amigos de la Semana Santa del Jiloca.
Este año, el encuentro contó con la participación de dos invitados especiales: la Asociación Tamboricos el Pinacle de Teruel y la Cofradía Sangre de Cristo y Misericordia de Santa Eulalia del Campo. Junto con las cofradías de la comarca, como la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y la Cofradía del Santo Cristo de Calamocha, la Cofradía Virgen del Campo de Villafranca del Campo, la Cofradía de la Sangre de Cristo de Monreal del Campo y la Cofradía de la Dolorosa de Caminreal, más de 600 espectadores se reunieron para disfrutar de esta festividad.
“Este año hemos tenido más público que nunca. La afluencia ha sido impresionante, lo que demuestra que la Semana Santa sigue siendo un referente para todos nosotros”, señaló Rogelio Esteban.
Las marchas interpretadas por las distintas bandas durante el acto fueron fundamentales para crear el ambiente solemne y ritual que caracteriza a la Semana Santa en el Jiloca. “Lo más importante ha sido la relevancia en el toque de las distintas bandas, cada una con su estilo propio, pero todas unidas por el mismo fin: mantener viva esta tradición”, agregó Esteban. Miguel Ángel Bernal, pregonero de esta edición y miembro con 50 años de antigüedad en la Cofradía de la Sangre de Cristo, también tuvo la oportunidad de compartir su visión sobre el futuro de la Semana Santa en el Jiloca. “A pesar de los retos que presenta la despoblación, la tradición sigue viva gracias al trabajo de las cofradías y las bandas. Lo que nos une es la fe y el amor por esta tradición, que queremos que perdure para las futuras generaciones”, comentó Bernal, quien también expresó su orgullo por la oportunidad de ser pregonero.