Estudiantes y personas mayores comparten actividades saludables y educativas dentro del proyecto “Arte y Salud”

Alumnos y alumnas realizando una actividad motriz y de precisión

el CRIET de Calamocha ha llevado a cabo una jornada de convivencia intergeneracional en el Hogar de Personas Mayores de la localidad, una actividad que forma parte del proyecto trimestral titulado “Arte y Salud”. La iniciativa ha reunido a estudiantes de Alhama de Aragón y del CRA de Cantavieja con los residentes del centro, con el objetivo de fomentar valores como la cooperación, el respeto y la promoción de hábitos saludables.
El CRIET (Centro Rural de Innovación Educativa de Teruel) organiza convivencias semanales en las que participan alumnos y alumnas de diferentes municipios de la provincia. Durante su estancia, el equipo educativo plantea actividades temáticas. En esta ocasión, el eje del trimestre es la salud, y en ese marco se ha desarrollado esta jornada colaborativa en coordinación con el Hogar de Personas Mayores de Calamocha.
“Cada semana trabajamos con grupos distintos, ya que el alumnado cambia en cada convivencia”, explicaba Cristina, directora del CRIET. “Durante este trimestre estamos centrados en el proyecto Arte y Salud, y hemos planteado actividades dinámicas con la colaboración del hogar, que cada año se implica más”.
Durante la mañana, los escolares se dividieron en tres grupos. Uno de ellos participó en el clásico juego de las sillas, en una versión adaptada en la que se eliminaban hábitos no saludables. Otro grupo se centró en clasificar distintos tipos de alimentos según su valor nutricional, y el tercero realizó una prueba con dinámicas inspiradas en las Olimpiadas, vinculando el ejercicio físico a la salud de forma lúdica.
“El objetivo es que, además de aprender, compartan tiempo con otras generaciones y generen vínculos con las personas mayores”, añadió Cristina. “Este tipo de actividades les aportan mucho a nivel emocional y social”.
La experiencia fue valorada de forma muy positiva tanto por los estudiantes como por las personas mayores. “Estamos haciendo el juego de las sillas, me está gustando mucho”, decía uno de los participantes más jóvenes. Otro añadía: “Me parece bien que se hagan estas actividades con los mayores, les ayuda a moverse”.
En el otro extremo, desde las personas mayores, también hubo palabras de agradecimiento y reconocimiento a la iniciativa. “Lo pasamos bien y ellos también”, afirmaba un residente. Otra participante comentaba: “Los chicos alegran la vida a los abuelos. Da alegría verlos aquí con nosotros”. Otro residente valoraba también el enfoque saludable de las pruebas: “Hacemos el juego de las sillas, otro de meter bolas en cosas que simbolizan la comida, el deporte, está bien pensado”.
Este tipo de actividades se enmarca dentro de la vocación educativa y social del CRIET, que trabaja por integrar el aprendizaje con el territorio, conectando a los escolares con el entorno y con otras generaciones. “La expectativa es poder repetirlo año tras año”, concluía Cristina, poniendo en valor la buena disposición del Hogar de Personas Mayores para acoger la jornada.
Desde la dirección del CRIET agradecieron públicamente la colaboración del personal y residentes del centro, destacando la importancia de mantener estas sinergias entre instituciones locales.
Una propuesta que, más allá del aula, deja huella en quienes la viven.

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