Trabajan en la gestión de los fondos documentales de la villa y sus barrios gracias a programas de empleo juvenil en Calamocha

El Archivo Municipal de Calamocha cuenta con dos nuevas incorporaciones en su personal, encargados de la gestión de los fondos documentales de la villa y sus barrios. Los jóvenes María Marzo y Javier Balado llevan meses dedicándose a esta labor de la mano de la técnico municipal Isabel Moragriega.


El calamochino Javier Balado desempeña esta función desde octubre y lo hará hasta final del mes de abril, a través del programa de Garantía Juvenil del Servicio Público de Empleo Estatal. María Marzo es archivera en la localidad desde el pasado mes de agosto, a través del proyecto Investiga, con el que trabajará durante dos años. Ambos se encargan de recuperar archivos de diferentes tipos, como el de la televisión local calamochina, el fotográfico de Gerardo Sancho o el correspondiente a los protocolos notariales desde el año 1490. “Los recogemos, catalogamos y digitalizamos para hacerlos accesibles al público en la página del ‘Baúl de la memoria del Jiloca’ (http://elbauldelamemoria.org).


En el caso del archivo de Gerardo Sancho, es un fotoperiodista que falleció y “nos han donado todas sus fotos”, indica María Marzo. Estos documentos se escanean, se describen, indicando qué personas aparecen, dónde, y posteriormente se gestionan con un programa para quedar catalogados “con el fin de que la gente pueda buscar por nombre, fecha, lugares, etc.”. Por ejemplo, cuentan con numerosas fotografías de equipos de fútbol, dado que Sancho era periodista deportivo, así como de localidades como Olalla o Luco de Jiloca.


“Hemos tratado diferente documentación, como dietas de racionamiento, cuánto se pagaba en pesetas por el nacimiento de hijos, información desde el siglo XVIII hasta 1960 aproximadamente”, detalla Javier Balado.


La joven turolense por su parte también defiende que el archivo es una labor esencial porque “recogemos la historia” y sirve para los investigadores e incluso para que las familias descubran sus orígenes, “agrupando en sí toda la memoria, algo esencial para recordar de dónde venimos y a dónde vamos”.
Aunque Marzo es periodista, ha querido aprovechar esta oportunidad laboral para “poder trabajar y desarrollarme profesionalmente en mi provincia”, comenta antes de expresar su satisfacción con el puesto y la posibilidad de ejercerlo en Calamocha, “un pueblo con mucha vida y donde ojalá pueda estar muchos años más”.


De cada proyecto, los jóvenes de 23 y 26 años descubren informaciones curiosas. “De las fotos, lugares que desconoces, cosas que han cambiado, personas importantes; en cuanto a los protocolos, considero que es algo único, tener archivos desde hace tantísimos años y conservarlos, hay investigadores que los van investigando”, explica la archivista, quien desconocía que Calamocha tiene televisión local, “algo que considero que es importante y curioso como periodista y me da cierta envidia porque en Teruel no hay”, añade. “En este caso, cortamos los programas y los describimos, y de todos sacamos caras conocidas del pueblo”, señala.


“Es una ventaja”
Balado estudió Comercio Electrónico y Marketing Digital, pero al estar viviendo en Calamocha, este puesto supone para él “una ventaja”, apunta. “Este tipo de oportunidades nos permiten desarrollarnos profesionalmente donde hemos nacido y estar cerca de nuestra gente”, opina.


El archivero también se encarga, entre otras cosas, de la información del catastro, requerida constantemente por instituciones como el Ayuntamiento o por parte de particulares.


Marzo y Balado sirven de apoyo a la labor que desempeña la archivista Isabel Moragriega desde el año 1998. Uno de los objetivos a través de estas nuevas incorporaciones, explica la técnico del Archivo Municipal, es crear un archivo digital comarcal, no solamente a nivel municipal, sino también particular y de asociaciones. “Por ejemplo, Gerardo Sancho era de Navarrete del Río y sus fotos han sido donadas por José María de Jaime, a quien se las cedió la esposa del fotógrafo”, detalla Moragriega. Además, para las descripciones cuentan con la ayuda del cronista calamochino Jesús Lechón.

Comparte esta Noticia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *