La importancia de darles vida a los pueblos pequeños
PILAR FRAJ GASCÓN
Vecina de Luco de Jiloca
Después del éxito arrollador del Festival de mucho humor Enluquecidos, nuestro pueblo, Luco de Jiloca, poco a poco se va quedando con los habitantes que salvaguardan la localidad, la mantienen viva y cultivan sus huertos y campos.
Voy andando en estas mañanas septembrinas por la vía verde, con una muy agradable temperatura, escuchando el rumor de las acequias que la flanquean.
Camino entre sombras de nogueras y acacias por cuyas ramas se cuelan rayos de sol que me hacen guiños, escuchando en el silencio el crujir de las piedrecillas bajo mis pasos y el piar de algunos pájaros; de vez en cuando, me deslumbran las irisaciones que el reflejo del sol forma en las aguas del Jiloca; de pronto, unos corzos cruzan el camino.
Entretanto, el fluir del pensamiento teje en la urdimbre de la consciencia varias ideas que se entrecruzan: ¡Ah!, pero ¿caben en Luco tres mil personas? Sí, sí, son las que nos han visitado en el festival, llegadas de tantos lugares, para ver espectáculos muy variados, artistas de categoría, diversión a tope, llenos a rebosar todos los escenarios, risas que aumentan la serotonina, dolores y pesadumbres que se olvidan…, y muchos chiquillos por sus calles que han disfrutado con los abuelos o con sus padres de un largo verano; casas abiertas, alguna que se vende, otras que se compran…¿Cómo sería Luco con 903 habitantes que tenía a comienzos del S. XX? Si pudiera, como ocurre en películas y novelas, daría un salto en el tiempo.
Qué importante es que los pueblos tengan historias que contar, acontecimientos que celebrar y gente, gente que le dé vida, que mejore la economía de Ana y Jorge en Teleclub, que satisfaga a los promotores del festival que tanto trabajan para que sea un éxito, que aporte a todos los voluntarios que colaboran la alegría que proporciona el altruismo ¡Y acabar agotados, pero con una amplia sonrisa!
Pasado el festival, llegarán en el primer fin de semana de octubre los festejos de la Virgen del Rosario que la Comisión está preparando. Otro chute de energía y vitalidad para Luco! Me gustan las personas que disfrutan en los pueblos pequeños y saben valorar su calidad de vida. Y no me convencen los políticos que hablan mucho de despoblación, pero no acercan, ni crean el tejido empresarial necesario para que se asiente población en ellos.