María Jesús y Carmen se despiden tras toda una vida dedicada al oficio que aprendieron de su madre y su abuela
La Panadería Hermanas Terrado Tomás de Torrijo del Campo bajará la persiana para siempre el último día de este año 2024 con motivo de la jubilación de Carmen y María Jesús. Las dos hermanas elaboran estos días los últimos panes y dulces que venderán a sus vecinos, a los que, además, han escrito una carta para despedirse.
Ellas han dedicado toda una vida a esta profesión, que aprendieron de su madre, pero que se remonta al siglo XIX, con el emprendimiento de su bisabuelo en torno al año 1880. Fue Santiago Lafuente quien inició esta saga familiar de panaderos en Muniesa, donde era el hornero. Su hija, la abuela de María Jesús y Carmen, dio continuidad a esta labor, pero lo perdieron todo en la Guerra Civil.
Ya en 1950, la madre de ambas y su tío adquirieron el horno de Torrijo del Campo, que estaba en venta, y se situaba en el local actual. Desde entonces, la panadería ha tenido varios nombres, como ‘la del peso’ o ‘Muñoz Terrado’, “porque las mujeres no podían tener a su nombre la empresa y adquirió el de mi padre, pero la panadera fue mi madre”, señala María Jesús.
Ellas representan la cuarta generación de panaderas y lamentan que no haya una quinta, ya que sus hijos no se dedican a este oficio tan antiguo y no se ha dado el relevo esperado.
Este año, el negocio familiar ha alcanzado sus 74 años de vida en Torrijo, y a punto de cumplir 75 el próximo 2025, las panaderas se despiden para afrontar una nueva etapa vital.
Emocionadas, admiten que para ellas no es fácil decir adiós a su panadería. “No conseguimos asumirlo, es algo que hemos mamado, hemos nacido y vivido aquí y son muchos los recuerdos que tenemos”, comentan.
A sus 68 años, María Jesús ha esperado a la jubilación de su hermana, a los 63 años, para cerrar esta etapa profesional.
El próximo 1 de enero de 2025, en la calle Fray Francisco Palacios de Torrijo ya no olerá a pan recién hecho. Sin embargo, el saber hacer de sus dos vecinas seguirá compartiéndose, ya que María Jesús pretende preparar un pequeño horno, propio, para hacer cursos de formación, “y que conozcan el oficio, poder transmitirlo a otras generaciones, me gustaría que la gente se animara a enseñar tradiciones y oficios de aquí del pueblo, no nos tenemos que dejar avergonzar por lo que hemos sido, sino decir: luchamos, soñamos y creamos”, manifiesta la mayor de las dos.
Carmen, por su parte, apoyará a su hermana en este proyecto y ya tiene algunos planes, como hacer turismo: “Me hace ilusión viajar, ver España”, comenta.
Además de la panadería, sus padres impulsaron otros trabajos en el municipio jilocano, como una granja y viviendas de alquiler. Iniciativas empresariales de las que ellas han seguido haciéndose cargo.
Décadas de pasión
Prácticamente desde que nacieron han estado presentes en la panadería, se han volcado en ella y han sabido transmitir la pasión por su oficio a sus hijos. También se han esforzado por ofrecer un producto artesano y de calidad a sus vecinos, los que han valorado sus elaboraciones diariamente.
Son muchos los recuerdos que brotan en la mente de las hermanas al pensar en las décadas de trabajo, y uno de los más especiales lo vivieron en las fiestas de este año, cuando la comisión les sorprendió para darles las gracias por su labor, tan esencial en nuestros pueblos, con la visita de todos los jóvenes acompañados por la charanga.
‘Gracias por endulzarnos las mañanas’ se pudo leer en el mensaje que les dedicaron los torrijanos. Y es que Carmen y María Jesús han endulzado los días de sus vecinos, sus momentos más especiales y, además, han sido como un psicólogo para ellos, porque nunca ha faltado la buena conversación al entrar a la panadería. “Una clienta me dijo que esta ha sido la casa de todos, del pueblo”, ha destacado María Jesús. Como a ellas, a sus clientes también les hace duelo la despedida.
Entre sus especialidades, la panadería de Torrijo ha brillado por su pan y dulces, como las ‘torticas’ torrijanas. “Además de las tejas, surtido de mantecados, hojaldres, escaldados, tortas…”, relatan.
Las hermanas Terrado Tomás echarán la persiana a su panadería el próximo día 31, poniendo fin a casi 150 años de dedicación de una gran familia, y cerrando una puerta tan esencial en Torrijo del Campo. Carmen y Jesús han anunciado su despedida con una carta dedicada a su pueblo y organizando una jornada de puertas abiertas para dar la bienvenida al nuevo año, en su panadería, su casa y la de todos.