Un emotivo homenaje en el Hogar de Personas Mayores de Calamocha rinde tributo al amor, la dedicación y el compromiso de tres parejas que, tras cincuenta años de convivencia, siguen siendo un ejemplo de respeto mutuo

El Hogar de Personas Mayores de Calamocha celebró un evento muy especial con motivo del Día de San Valentín, en el que tres parejas de la comarca del Jiloca conmemoraron sus Bodas de Oro, siendo este un aniversario que marca cincuenta años de matrimonio llenos de amor, complicidad y convivencia.
La ceremonia, cargada de emoción y simbolismo, reunió a familiares y amigos, quienes se sumaron al homenaje a estos matrimonios que han compartido una vida juntos, marcada por los altibajos y, sobre todo, por el respeto y el cariño mutuo.


Las tres parejas protagonistas, procedentes de Caminreal y Torrijo del Campo, compartieron sus experiencias y reflexionaron sobre lo que significa alcanzar cinco décadas de unión. José Luis Gómez y María Pilar Valero, con más de 50 años juntos, comentaron que la vida en pareja está llena de altibajos, pero lo esencial es mantenerse unidos en todo momento. “Hemos vivido momentos buenos y otros más difíciles, pero lo importante es que seguimos juntos. Llegar hasta aquí es, sin duda, un triunfo”, dijeron emocionados al recordar el camino recorrido juntos.
Miguel Meléndez y Natividad destacaron la paciencia como un pilar fundamental en su relación. “El secreto es saber ceder, cuando uno tiene un mal día, el otro pone de su parte, así es como se logra el equilibrio”, comentaron, añadiendo que esa paciencia es lo que les ha permitido superar todos los obstáculos que la vida les ha puesto en el camino.


Mientras que Manuel Moreno y Concepción Ejulve subrayaron la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo. “Hay que aprender a comprenderse y evitar las discusiones innecesarias, lo más importante es mantener siempre el cariño y el respeto por encima de todo”, afirmaron, resaltando el valor de la comunicación y el entendimiento en una relación duradera.
Durante la ceremonia, las parejas recibieron un ramo de rosas como símbolo de su amor y compromiso. Para ellas, un ramo completo de rosas rojas, que representaban el amor apasionado y eterno; para ellos, una rosa blanca, símbolo de la pureza y fortaleza de su unión.
El acto continuó con una misa, en la que las parejas dieron gracias por estos 50 años juntos, recordando los momentos compartidos y celebrando la dicha de haber llegado tan lejos. Asimismo les entregaron unas placas conmemorativas como reconocimiento a su trayectoria y su ejemplo de vida en común. Cada una de estas placas llevaba inscrito un mensaje que destacaba la importancia de su compromiso y dedicación, que siguen siendo un ejemplo a seguir.
Este acto, ya tradicional en el Hogar de Calamocha, fue una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar y valorar las relaciones.

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