Josefina Martín pasa el legado a Emilia Costea, quien será la nueva encargada de la única copistería de Monreal

Emilia y Josefina posan juntas en la copistería ‘Copia y Pega’ de Monreal
Tras más de diez años con Josefina Martín Yuste al mando, la copistería “Copia y Pega”, tiene una nueva propietaria. Emilia Costea, una joven madre de tres hijos, será la nueva encargada del local. A pesar de no tener ningún tipo de experiencia en el mundillo de la imprenta, tiene muchas ganas de trabajar y aprender en este ámbito.
“No he trabajado nunca en esto, y ha sido una locura el proceso. Es el primer negocio en el que estoy a cargo”, comenta Emilia, tras llevar el local tan solo un mes como propietaria. Afirma que los primeros días para ella “han sido duros” pero, con paciencia y constancia, los ha podido superar.
Un proceso complicado
Todo comenzó con un anuncio de traspaso de negocio, algo que para Josefina fue un “proceso complicado”: “Hubo gente interesada pero no llegamos a nada. Imagino que al principio les parecía un poco caro, luego lo bajamos… fue todo un proceso”, aclara.
En ese momento, Emilia Costea llevaba ya cinco años en Monreal y siempre soñaba con tener su propio negocio: “Tengo unos amigos que tienen una papelería en Teruel y, hablando con ellos, vi el cartel que se traspasa aquí. De hecho, no conocía a Josefina”.
La joven llevaba dos años desempleada, ya que tenía dificultades para encontrar un trabajo con su hijo de cinco años. “No podía trabajar en cualquier sitio. Yo soy de Rumanía, como no tengo familia aquí, tenía que ocuparme de la crianza del pequeño y de mis otros dos chicos que están en el instituto”, relata.
El anuncio de la copistería le vino como anillo al dedo. De esta forma, la joven podía aprovechar la cercanía del colegio para ocuparse de sus niños, a la par que trabajaba en el negocio.
Finalmente, Emilia se incorporó y estuvo una semana intensiva aprendiendo el trabajo en la copistería, ya que como Josefina menciona, “si no tienes buena preparación, el trabajo puede ser un poco complicado, no todos los días haces lo mismo y hay veces que te piden cosas imposibles, pero lo importante es ir aprendiendo día a día”.
La única cuestión era quién de las dos iban a hacer la campaña de la vuelta al cole. “Nosotras estábamos entre hacerlo por no dejar al pueblo sin servicio o traspasarlo antes de junio. Al final, Emilia decidió que ella quería empezar con la campaña”, añadió Josefina.
El 16 de junio fue el primer día en el que Emilia se incorporó como nueva propietaria de “Copia y Pega”, y aunque la joven todavía está preparando los libros y encargos de cara a septiembre, tiene muchos proyectos para revitalizar el negocio.
“Me gustaría traer ropa personalizada para las Peñas, ya que hay mucho movimiento de eso por aquí, además de regalos personalizados”, aclara. “Quiero traer muchas novedades, pero todavía hay mucha faena”, añade.
La única copistería
Hace diez años, Josefina Martín dio vida al local vacío que había enfrente del instituto, junto con sus hijas. Ella, al igual que Emilia, no tenía experiencia previa en una papelería, pero afirma que “le llamaba mucho la atención”.
“Empezamos con un servicio de copistería, de papelería y de librería. Luego con el tiempo, nos quedamos solamente con la copistería, ya que fue lo que realmente dio vida en la tienda”, menciona Josefina.
Tras varios años, la vecina de Monreal pensó que era el momento de dar un cambio. Sus hijas comenzaron a tener otros proyectos fuera de la copistería, se iban yendo poco a poco y ella cada vez veía más la posibilidad de hacer un traspaso del local. “Debido a que soy autónoma, pensé que seguir trabajando para tener una pensión de 800 euros no me compensaba. Por eso decidí traspasar mi negocio y ayudar a mis hijas en sus proyectos”, comenta
Ahora Josefina va a poder aprovechar su nueva etapa al lado de su familia, mientras recuerda aquellos buenos momentos que le ha traído el local. “Sé que lo que más voy a echar de menos es a los clientes, tenía una relación muy cercana con muchos de ellos y llevo toda la vida trabajando en el pueblo, pues a la gente la voy a echar de menos”, señala.
Además, sabe que ha tomado una buena decisión en dejarle el local a una nueva generación: “Lo importante es que la gente salga contenta de la copistería y yo creo que Emilia tiene el carácter para hacerlo y sé que lo puede hacer”, opina.