EL TULIPÁN NEGRO
El pasado 12 de septiembre se publicó nota del Partido Popular en el que se compara al presidente español con el presidente venezolano, para entendernos entre Sánchez y Maduro.
Es cierto que el presidente venezolano sigue sin hacer públicas las actas de las votaciones realizadas y que avalarían su victoria en las pasadas elecciones de julio.
“Maduro y Sánchez coinciden en dos cosas: ninguno de los dos ha ganado las elecciones y ambos se enfurruñan cuando las decisiones de un país extranjero no les gustan”.
Y efectivamente el PSOE no fue la primera fuerza en las elecciones del pasado 23 de julio de 2023, pero Sánchez fue el candidato que obtuvo la mayoría del Congreso de los Diputados para ser investido.
Lo que se hace es, comparar una democracia parlamentaria con un sistema presidencialista y eso, no es de recibo.
Que el Partido Popular sacara adelante una propuesta en el Congreso para que se reconociera al “opositor” Edmundo González como presidente de Venezuela, es una declaración simbólica que no obliga al Gobierno Española a reconocer a González.
“Un Gobierno que retiró su embajador en Argentina porque su presidente osó cuestionar la ejemplaridad de la mujer de Pedro Sánchez, imputada por corrupción, no podrá extrañarle que Venezuela amenace con una decisión similar. El mayor damnificado por la ruptura de relaciones comerciales es el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusan de hacer negocio con el régimen desde el día en que los españoles le echaron del Palacio de la Moncloa”.
Tampoco le gusta al PP que Sánchez se reuniera con González en el Palacio de la Moncloa.
“En la foto del presidente del Gobierno con Edmundo González solo aparece una persona que ha ganado las elecciones, y no es Pedro Sánchez. El Gobierno confirma su insumisión al no dar trato de presidente electo a quien así ha reconocido el Congreso de los Diputados”.
Que se sepa nuestra Carta magna (La Constitución) indica que: El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes.
Se ha de concluir que es el Congreso de los Diputados el que otorga su confianza al candidato propuesto para presidente.
Por lo tanto, la comparación entre un régimen y otro no viene a cuento.
Se pueden entender los cabreos y berrinches del que, siendo la fuerza más votada, no ostenta la Presidencia del Gobierno, pero las reglas están dadas y son muy claras.
Nuestros políticos lo que tienen que hacer es proponer medidas que aligeren las cargas que soportan los ciudadanos, al menos de los que pagamos impuestos, tratar de tener los mejores servicios posibles y en la medida de los posible que algunos servicios básicos se sigan presentando, salud, educación, pensiones y cobertura en los casos de desempleo, básicamente.
Además, han de tener en cuenta que la política tiene un fin último que es evitar rupturas.
Los ciudadanos tenemos alguna obligación, la más importante es no reblar, no dejarnos engañar y evitar la confrontación, no somos tan diferentes los españoles de la España que conocemos para que nos enfrenten unos a otros.